Todos los consumidores somos muy exigentes en cuanto a los controles sanitarios y de calidad que exigimos a todos los alimentos que llegan a nuestra mesa pero las cosas pueden cambiar cuando entran en casa. Muchas veces por descuido o desconocimiento manipulamos los alimentos de manera indebida a la hora de cocinar. Por ello queremos ofreceros una serie de sencillos consejos para garantizar la seguridad alimentaria.
- La primera norma es la más básica en al cocina y es la de lavarse las manos antes de manipular cualquier alimento y cuando pueda producirse contaminación cruzada.
- Antes de cocinar el huevo comprobaremos que la cáscara esté limpia, libre de fisuras o roturas y malos olores.
- Si queremos lavar los huevos debemos saber que solo podremos hacerlo cuando los vayamos a consumir no hay que lavarlos y guardarlos en el frigorífico.
- Nunca deberemos verter un huevo directamente en el recipiente donde se va a cocinar (bol, sartén etc.) sino en un recipiente para así poder observar que el huevo esté en perfectas condiciones.
- Debemos olvidarnos del viejo truco de separar la clara y la yema con la cáscara, es más higiénico utilizar utensilios destinados a ello o incluso con las manos.
- En la clara aparecen a veces una pequeña mucosa blanca, ésta es una señal de que el huevo es fresco.
- Los huevos hay que prepararlos justo en el momento en el que van a ser cocinados, no dejar la mezcla preparada y más tarde usarla.
- Hay que conservarlos siempre en el frigorífico hasta el momento de ser usados, a menos que la receta especifique que estén a temperatura ambiente.
¿Creéis que podríais añadir algún consejo más?
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