miércoles, 23 de septiembre de 2015

Cómo comer carne saludablemente después de los 50

A partir de que llegamos a una cierta edad vamos notando de manera más aguda los cambios en nuestro organismo. La esencia degenerativa de nuestros cuerpos nos hace ser conscientes de la realidad y saber que ya no podemos tomarnos todos los caprichos que queramos.

No solo se trata de controlar las calorías para evitar coger peso que luego será muy difícil eliminar, sino que introducir nutrientes en nuestro sistema es algo fundamental para tener una buena salud. La carne, fuente de proteínas natural puede ser nuestra aliada, siempre que huyamos del exceso de grasa. 

Para ayudarnos a cuidar nuestra salud nada mejor que las carnes blancas de ave como pollo o pavo y otras como el cordero y el conejo. Son carnes que tienen bajas calorías y grasas saturadas lo que es bueno para el colesterol. Además cuenta con una gran variedad de nutrientes esenciales como vitamina B12, potasio, calcio y carbohidratos entre otros.

Si lo que quiere es darse un capricho y comer carne roja considérelo como eso, un capricho pues por la cantidad de calorías, ayuda a aumentar el colesterol, altos niveles de ácido úrico etc. Dejemos las carnes rojas para una vez al mes.

Hay que recordar comer comidas ligeras y cocinar la carne a la plancha o con poco aceite y huir de frituras y si observamos algún trozo de grasa eliminarlo. Además hay que completar la dieta con frutas y verduras y no olvidar hacer ejercicio.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

¿Qué nos puede decir el color de la carne?

Aunque a primera vista no lo parece el aspecto y color de la carne de ave nos puede decir mucho sobre su frescura, si se ha descongelado o incluso de qué se ha alimentado. Esta semana os traemos algunas pistas.

En principio, el color ideal de la carne de ave es tirando a blaquecino y de color uniforme sin manchas.

Un pollo fresco tiene la carne blanca, pero las patas tienden hacia el amarillo claro y si la carne de éste es amarilla significa que el animal ha sido alimentado con maíz.  Si tiene reflejos violetas o verdosos en la carne, o el extremo de las alas oscurecido, así como el cuello decolorado verdoso, es sinónimo de que la carne no es muy fresca.

No debemos olvidar que el color de la carne varía en determinados procesos como la congelación y la cocción.

Hay veces que la carne tienen 'manchas blancas' suelen ser quemaduras producidas por la congelación bien porque la carne ha estado congelada mucho tiempo, bien porque no se ha congelado de forma hermética. Aun así el producto se puede seguir consumiendo.

Para las pechugas de pollo, por ejemplo, el color deseado cuando está cruda es rosa pálido, mientras que el color de la carne del muslo y de la pierna es más oscuro.

Aunque bueno, la carne de las aves, así como su color se ven afectadas por una larga lista de condiciones y tratamientos:edad de las aves, sexo, dieta, condiciones previas al sacrificio etc., ¡ah! Y sin olvidarnos de la microglobina.